El partido comenzaba como cualquier otro, intercambio de canastas y ninguno se marchaba en el marcador,con un Harrison Barnes asumiendo galones en los primeros instantes del partido, y un LeBron James que se hizo grande base de aclarados, hasta que comenzaron las rotaciones, los "secundarios" de los Warriors, supusieron un impacto positivo con Barbosa sin fallo en ataque e Iguodala robando varios balones en defensa, que sumado a la gran defensa de Warriors (36% de acierto de Cavs al descanso) pusieron el marcador en un +10 favorable, que se mantendría hasta cerca del descanso donde los Cavs apretaron para acercarse hasta los 3 puntos de diferencia, dándose cuenta de la situación y cambiando la tónica en ataque siendo comandados por James Irving y Love, hicieron frente con una gran defensa a los splash brothers, quienes sufrieron en exceso ante estos Cavs.
Llegados al tercer cuarto vivimos mas de lo mismo, 3 anotando en un lado de la cancha, y un equipo entero contestando debido a que la defensa de los de Ohio se centraba en Curry y Thompson, se mantuvo la diferencia hasta que llegamos a los 12 últimos minutos, donde con un parcial de +23 para los de la Bahía, los secundarios habían hecho su trabajo.
Liderados por un gran Shaun Livingston, los Warriors luchaban por cada punto (con una precisión increíble) y defendían con uñas y dientes cada una de las embestidas de los Cavaliers, quienes tuvieron una pequeña resurrección a 5 del final reduciendo la desventaja en 10 puntos, no fue suficiente ante el alegre ataque de los Warriors y su defensa, provocaban en los Cavs una notable falta de circulación de balón en su ataque.
La rotación local (45 puntos de banquillo por 10 de Cavs) y la defensa férrea: claves. Al final un claro 89-104
Sergio Martínez y José Antonio López
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